Valente presentó una fábula para niños sobre el poder

El brasileño Paulo Valente, hijo de la emblemática escritora Clarice Lispector, es parte de la 42º Feria del Libro de Buenos Aires donde presenta "El león ya no quiere rugir", su primer texto infantil publicado en Argentina, "un libro polí­tico sobre las disputas del poder, muy necesario en América Latina", advierte en una entrevista otorgada a la agencia nacional de noticias.
Publicado en el país por Corregidor e ilustrado por Irene Singer, el cuento plantea una colorida deriva protagonizada por animales selváticos, que va desde el absolutismo monárquico a un gobierno elegido y controlado por el voto popular: un león se cansa de reinar y si bien no llega a imaginar un gobierno comunitario ni horizontal, advierte a sus súbditos sobre humanos que hablan de democracia.
Valente tiene 63 años, es el segundo y último hijo de Lispector (considerada una de las voces literarias más peculiares y referenciales del continente), y no escritor tiempo completo: economista, escribió libros de investigación, una novela con visos policiales y otros textos infantiles.
El libro "busca generar preguntas, procurar un diálogo entre padres e hijos -el barón hipopótamo insiste en aumentar los impuestos, la gallina acuerda que la zorra no tenga su oportunidad de alcanzar el poder, el cisne pierde en su su vanidad-. No hay sucesores posibles del león hasta que deciden elecciones libres".
"Por eso recomiendo que padres e hijos lo lean juntos escuchando 'El carnaval de los animales' -continúa-, una suite orquestal en 14 movimientos que encontrás en Youtube, la cual empieza con la marcha triunfal del león y relaciona cada entrada con algún animal que yo sigo en la historia".
El volumen "intenta enseñar a los niños a entender los intereses que se juegan en esos sistemas de gobierno", explicó a Telam, mientras manipula un ejemplar que trajo desde Río con anotaciones hechas a mano.
"Tendré siempre el mayor respeto a la dinastí­a de los leones y prometo amnistí­a amplia general e irrestricta a cualquier crimen eventualmente cometido por su familia", repasa las palabras del elefante que remarcó en birome: "La memoria es necesaria en Brasil -afirma cuando levanta la vista- Estoy muy contento que esto se presente en Argentina, donde sí se habla de la dictadura".
Es una fábula de enseñanza polí­tica, "un rey cansado de gobenar que comienza a pensar con su primer ministro, el mono, quién lo puede suceder, y así surgen discusiones sobre qué valores tener en cuenta -resume-: el rinoceronte es el poder militar, el hipopótamo parodia al ex ministro de finanzas de los militares Delfinm Netto, el ratón, el robo, la corrupción-".
Recién llegado de Rí­o de Janeiro, Valente habla de un "populismo" que se adjudica "el monopolio de la inclusión" y la potestad de "robar para los pobres". De ahí­, dice, "la importancia" del libro que presentará mañana a las 17.30 en el stand 923 del Pabellón Verde de la Rural, "en momentos en que las derechas vuelven a ganar poder en el continente".
"En los últimos años Brasil parecía haber ganado el monopolio de la bondad sobre los asuntos sociales pero no es así­, otros gobiernos también estuvieron interesados en esto. Y de alguna manera los partidos populistas crearon un autoritarismo: robar para los pobres porque es la única forma de enfrentar los grandes poderes. Esto tampoco es del todo verdad", cuestiona en momentos en que su presidenta, Dilma Rousseff, enfrenta un proceso destituyente.
En medio de una fuerte crisis sociopolítica, Valente descree de una falta de inclusión: "La presidenta hace un discurso que dice: 'Ah, qué bueno, una señora negra se formó en medicina y antiguamente nuestras elites no lo aceptarí­an'. Eso no es verdad, había inclusión", sentencia.
Y aunque una hora después de la presentación de su libro vaya a participar del Homenaje a Clarice, su madre, que se organiza en Zona Futuro de Feria, "no hago mucha prensa con el asunto Clarice", responde cuando se lo consulta sobre el vínculo con su madre, la escritura y la lectura.
"Mi madre tení­a una editorial moderna y los libros que en todo momento llegaban a casa hicieron que fuera muy natural querer escribir, en algún momento, alguna historia", se limita a reponder.
Nacido en Washington, su hermano Pedro, cuatro años mayor, en Suiza, Clarice en Ucrania, y su padre diplomático en el nordeste brasileño, el viaje sin embargo no signa su escritura, asegura.
Consultor en una firma sobre libros financieros, de joven escribió un libro de poesí­a y hace 11 años que escribe textos infantiles: "Comencé en 2005 con la biografí­a de un perrito que teníamos en casa, 'Las aventuras Taz Valente', algo que ocurrió de repente, casi como en un 'estado' (una inspiración)", cuenta.
"Ese primer libro infantil parece una secuencia de un libro de mi madre. Ella también tení­a un perrito y escribió el cuento 'Casi de verdad', lo mío fue casi plagio", dice. Suena a ironí­a, pero no hace un gesto y el tono de voz continúa bajo, monocorde, en un español claro pero entreverado con la dicción lusa.
Imitación, remedo, reproducción, esa apropiación está relacionada con su infancia: "Mi madre empezó a hacer cuentos infantiles a pedido mí­o. Yo tení­a cuatro años, ella 34. No tení­a estudio y escribí­a en la sala de visitas con la máquina en la falda, como si fuera 'un' lap-top de hoy".
"Un dí­a le pedí­ una historia para mí­ y ella escribió 'El misterio del conejo pensante', una ficción y una realidad", sobre una mascota que tenía la familia, que siempre escapaba y nunca sabían cómo.

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